Chihuahua: La falta constante de suministro de energía eléctrica en la zona de Cuauhtémoc ha provocado pérdidas estimadas de al menos 200 millones de pesos para el campo chihuahuense. La diputada Rocío González, quien representa a Chihuahua en el Congreso de la Unión, expresó su profunda preocupación por el impacto económico que esta situación está generando, resaltando la interconexión entre la falta de electricidad y la carestía de agua en estas áreas.

La situación ha alcanzado niveles críticos, afectando gravemente la actividad agrícola y ganadera en la región. La diputada González hizo hincapié en que, aunque los reportes iniciales se centraron en la zona urbana, el foco de alarma está en las importantes pérdidas sufridas por el sector agrícola. Ante esta problemática, algunos productores han optado por no sembrar debido a la incertidumbre generada por la falta de agua, consecuencia directa de los cortes eléctricos.

“Es evidente que el problema radica en la capacidad de abastecimiento”, declaró la legisladora federal, quien además compartió que ya había mantenido conversaciones con el superintendente de la zona. González expresó su disposición a reanudar las discusiones con el fin de abordar específicamente las necesidades de la agricultura y la ganadería en medio de esta crisis.

La diputada subrayó que este asunto es de preocupación para todos y destacó que, a pesar de algunas reticencias, ciertas fuerzas políticas apoyaron un exhorto relacionado con este tema en el Congreso del Estado. “Aseguran que tienen la capacidad de abastecer de energía, pero la realidad es otra”, afirmó González, señalando que los apagones persisten incluso en las zonas urbanas.

El impacto de estas pérdidas económicas en el sector agrícola podría ser devastador, repercutiendo en toda la comunidad local y más allá. No solo se verían afectados los productores, sino también los mercados nacionales e internacionales que dependen del comercio de productos del campo. La situación exige una respuesta urgente y coordinada para evitar un daño aún mayor en la economía y el tejido social de la región.