Este martes, el grupo islamista Hamás condenó la propuesta de alto al fuego en la Franja de Gaza, calificándola como un “golpe de Estado”. La propuesta, impulsada por Estados Unidos y aceptada por Israel, no incluye dos de las demandas fundamentales de Hamás: un alto al fuego integral en Gaza y la retirada del Ejército israelí del enclave.

En un comunicado, Hamás acusó al presidente estadounidense, Joe Biden, de presentar una propuesta que traiciona los acuerdos previos. El grupo señaló que las nuevas condiciones impuestas por Israel, como el control de los corredores Filadelfia y Netzarin, no se alinean con los compromisos alcanzados el 2 de julio ni con la Resolución 2735 del Consejo de Seguridad de la ONU.

Hamás consideró las declaraciones de Biden, que afirmaban que el grupo se estaba alejando de un acuerdo, como “engañosas” y “sesgadas”. El grupo reiteró su deseo de poner fin a la agresión israelí y su compromiso con lo acordado en julio, mientras que la última propuesta sólo sugiere un alto al fuego en una segunda fase y permite a Israel reanudar sus operaciones militares si se incumplen las demandas israelíes.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, había anunciado que Netanyahu aceptaba la última propuesta y había instado a Hamás a hacer lo mismo. Sin embargo, la situación sigue siendo tensa, con Hamás rechazando lo que consideran un incumplimiento de los acuerdos y una amenaza a la estabilidad de la región.

La crisis en Gaza continúa, mientras la comunidad internacional observa de cerca los desarrollos en esta conflictiva situación.