La actriz Kate del Castillo contó en una reciente entrevista los efectos personales y profesionales que tuvo su reunión con Joaquín “El Chapo” Guzmán. Según relató, tras el encuentro con el líder del Cártel de Sinaloa, las autoridades estadounidenses la mantuvieron bajo vigilancia constante, generando incertidumbre sobre si sería detenida.
Del Castillo explicó que la relación con Guzmán comenzó cuando él le propuso realizar una película sobre su vida, proyecto que inicialmente parecía viable porque el narcotraficante permanecía en prisión. Sin embargo, tras la fuga de Guzmán, la situación se complicó y derivó en un escándalo mediático internacional que llevó a la actriz a mantener un periodo de autoexilio en Estados Unidos.
La actriz detalló que durante ese tiempo no pudo trabajar en México y se mantuvo ocupada únicamente con la serie Ingobernable, grabada en San Diego, mientras la producción en territorio nacional requirió dobles para sus escenas. Además, señaló que la DEA supervisaba sus movimientos de forma tan cercana que el equipo de producción incluso la alertaba sobre posibles agentes en el set.
Kate del Castillo reconoció que la experiencia fue desgastante y la afectó emocionalmente, provocando distanciamiento con colegas y complicaciones legales. A pesar de ello, insistió en su inocencia y en que su único objetivo era profesional, aunque el proyecto cinematográfico nunca se concretó y el episodio marcó un punto crítico en su carrera.