Enraizando la Verdad: Comunicación municipal y su vulneración a la libertad de prensa
Durante la última rueda de prensa del Gobierno municipal de Chihuahua, una serie de incidentes volvió a poner en evidencia la creciente hostilidad y falta de respeto hacia los medios de comunicación. La actitud autoritaria de la líder del departamento de difusión, Mareyra Carreón, ya no es una novedad; sin embargo, la gravedad de sus acciones sigue en aumento.
Carreón parece no tener respeto alguno por los periodistas que cubren la fuente de manera diaria. Reporteros han informado que exige conocer de antemano las preguntas que se harán a los funcionarios y, si alguna no le parece adecuada, la pregunta queda sin respuesta. Esta práctica vulnera directamente la libertad de prensa, un pilar fundamental de la democracia.
En la última sesión, dejó a varios periodistas sin la oportunidad de realizar sus preguntas, ignorando la importancia de esas consultas para sus medios y el posible impacto que esto puede tener en su labor profesional. Los reporteros, a menudo bajo presión para cumplir con las expectativas de sus empleadores, se vieron impedidos de obtener respuestas necesarias y relevantes.
El comportamiento agresivo de Carreón no se detuvo ahí. pues, intervino para alejar al Comisario Julio César Salas González de un reportero que intentaba hacer una pregunta. La excusa de Carreón fue que el comisario tenía una “junta urgente”. Sin embargo, esa reunión fue tan breve que planteó dudas sobre la veracidad de la urgencia y la necesidad de cortar la pregunta del periodista.
Este tipo de comportamiento va en contra del discurso oficial de puertas abiertas y buena atención hacia los ciudadanos que se pregona desde el gobierno municipal. Los periodistas tienen el deber de llevar la verdad a la comunidad y, en este contexto, su trabajo debería ser respetado y facilitado, no obstaculizado.
El respeto y la paciencia son requisitos esenciales para quienes ocupan cargos públicos, especialmente en un entorno donde la transparencia y la comunicación son claves. La actitud de Mareyra Carreón no solo afecta a los medios de comunicación, sino que también socava la confianza pública en la administración municipal, los puestos públicos no son eternos.