Sinaloa, México— La noche del miércoles 7 de mayo se dio a conocer una serie de bloqueos, balaceras y ataques directos contra elementos de seguridad, dejando como saldo preliminar dos policías muertos y al menos cuatro más heridos.
El caos comenzó a propagarse con bloqueos en carreteras clave que conectan a Culiacán, Mocorito y Guamúchil. En este último municipio, ciudadanos reportaron la circulación de camionetas blindadas ocupadas por hombres fuertemente armados, lo que desató pánico entre la población.
Uno de los hechos más graves ocurrió en Mazatlán, donde dos policías que se encontraban cenando en una taquería fueron sorprendidos y ejecutados a sangre fría por un comando armado. Testigos indicaron que los agresores huyeron con tranquilidad, sin que hubiera una reacción inmediata de las autoridades. Cuatro elementos más, que acompañaban a los oficiales, resultaron lesionados.
Por si fuera poco, un grupo armado retuvo un camión de pasajeros con 60 personas a bordo que viajaban desde Los Mochis. Fueron llevados por la fuerza hasta la caseta de Culiacán, donde abandonaron a los pasajeros y se llevaron la unidad.
Como consecuencia del ambiente de violencia, escuelas como la Universidad Autónoma de Sinaloa suspendieron actividades presenciales y optaron por clases virtuales hasta nuevo aviso.