Estados Unidos., Diversas fuentes han revelado que Estados Unidos y Rusia habrían avanzado en la elaboración de un nuevo marco de paz destinado a poner fin a la guerra en Ucrania. El proyecto, según reportes difundidos por varios medios, implicaría concesiones significativas para Kyiv, entre ellas la cesión de territorios aún bajo control ucraniano y una reducción considerable del tamaño de sus fuerzas armadas.

Las versiones iniciales señalaron que el plan habría sido trabajado sin involucrar a funcionarios europeos ni ucranianos, lo que encendió alertas sobre un posible sesgo favorable a Moscú. No obstante, Washington negó categóricamente que Ucrania haya sido excluida del proceso. La Casa Blanca reconoció que existe un documento detallado y considerado aceptable, al tiempo que señaló que el presidente Donald Trump se encontraba cada vez más frustrado con la falta de avances entre Rusia y Ucrania para comprometerse con un acuerdo.

Hasta el momento, Moscú no ha confirmado ni desmentido la existencia de este plan. En contraste, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky indicó en su discurso vespertino que representantes estadounidenses presentaron en Kyiv su visión de un posible camino hacia la paz. Afirmó estar dispuesto a trabajar con Estados Unidos, pero reiteró que la postura de su gobierno se mantiene firme desde el inicio del conflicto. Ucrania busca una paz real que no vuelva a romperse con una nueva invasión.

La primera ministra ucraniana, Yulia Svyrydenko, también sostuvo un encuentro con funcionarios estadounidenses en Kyiv, lo que confirma que siguen en curso conversaciones diplomáticas relacionadas con este esquema de paz. Aunque los detalles completos del plan no se han hecho públicos, las inquietudes en torno a sus posibles implicaciones han comenzado a tomar fuerza dentro y fuera de Ucrania.