El gobierno talibán en Afganistán implementó un corte nacional de telecomunicaciones que ha dejado al país sin conectividad, semanas después de bloquear parcialmente el internet de fibra óptica por motivos que califican de moralidad. Según Netblocks, el apagón afecta tanto la telefonía móvil como la televisión por satélite.

Medios internacionales como AFP reportaron la pérdida de comunicación con su oficina en Kabul, mientras que residentes confirmaron que sus conexiones de fibra óptica dejaron de funcionar alrededor de las 17:00 hora local. Los vuelos desde el aeropuerto de Kabul también se han visto afectados por estas restricciones.

Durante semanas, los usuarios de distintas provincias se han quejado de la lentitud del internet y de cortes recurrentes. Los talibanes anunciaron previamente una ruta alternativa para el acceso, pero sin dar detalles claros. Empresarios locales advirtieron que la prohibición prolongada podría afectar gravemente la actividad económica.

El apagón se suma a otras medidas restrictivas del régimen de línea dura, que incluyen impedir a niñas y mujeres acceder a la educación después de los 12 años, eliminar libros escritos por mujeres en universidades y prohibir la enseñanza de derechos humanos y prevención del acoso sexual. Estas acciones han generado alarma y críticas a nivel nacional e internacional.

Periodistas y exeditores locales han señalado que la desconexión total ha aislado a la población y comparan la situación con el control de internet que ejerce Corea del Norte. Esta medida refuerza la tendencia del régimen de limitar el acceso a información y comunicación bajo su interpretación de la ley islámica.