Taiwán., La reciente reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el mandatario chino, Xi Jinping, celebrada el 31 de octubre en Busan, Corea del Sur, dejó a Taiwán en una posición de incertidumbre. Durante el encuentro, ambos gobiernos discutieron principalmente sobre la guerra comercial y otros asuntos bilaterales, pero el tema de Taiwán estuvo totalmente ausente en los comunicados oficiales. Esta omisión generó preocupación dentro del gobierno taiwanés, que consideró extraño que Washington no mencionara las amenazas que la isla enfrenta, especialmente ante las reiteradas declaraciones de Pekín sobre no descartar el uso de la fuerza para tomar el control del territorio.
Funcionarios en Taipei han señalado que la falta de referencias a la situación en el estrecho de Taiwán resulta inquietante, no solo por parte de Estados Unidos, sino también por el silencio de China. Aunque Trump ha asegurado públicamente que, mientras él sea presidente, Pekín no invadirá la isla, no ha confirmado si en caso de agresión ordenaría una intervención militar, como sí llegó a sugerir su antecesor Joe Biden. Este matiz genera dudas en torno al alcance real del apoyo estadounidense, tradicional aliado y principal garante de seguridad para la isla.

Ante este escenario, las autoridades taiwanesas han intensificado sus esfuerzos diplomáticos en Europa. La vicepresidenta Hsiao Bi-khim asistió recientemente a una conferencia sobre China en el Parlamento Europeo, donde expuso la importancia de la estabilidad en el estrecho de Taiwán para la economía y la seguridad global. Aunque la Unión Europea mantiene el principio de una sola China y no reconoce formalmente la soberanía taiwanesa, la participación de Hsiao representó un gesto significativo en la búsqueda de nuevos aliados y espacios de visibilidad internacional para la isla.
La conferencia fue registrada como un evento organizado por legisladores de manera independiente, con el fin de evitar tensiones directas con Pekín. Hsiao destacó que, a pesar de estar excluida de organismos internacionales, Taiwán continúa participando activamente en ayuda humanitaria y contribuyendo a estándares globales, aun cuando no se le permite tener representación formal. Con este acercamiento a Europa, Taiwán busca fortalecer lazos políticos en un momento en el que su tradicional respaldo militar muestra signos de incertidumbre.









