Ciudad de México.— La presidenta Claudia Sheinbaum lanzó un mensaje contundente al interior de su partido: Morena debe blindarse ante prácticas corruptas como el influyentismo, el nepotismo y el uso de dinero privado en campañas. Al presentar un decálogo ético ante el Consejo Nacional de Morena, insistió en que el partido debe sostenerse con principios, unidad y contacto directo con la gente, y no caer en los vicios del viejo régimen priista.

Sheinbaum subrayó que Morena no debe repetir el modelo del PRI como partido de Estado, donde las organizaciones obreras, empresariales o campesinas tenían una participación corporativa en la vida política. “En Morena la afiliación es individual”, aclaró, al marcar distancia con la historia de clientelismo político. “El poder es para servir, no para imponerse”, dijo en su conferencia de este lunes.

El decálogo ético presentado por la presidenta incluye principios como la unidad, la humildad, la honestidad y la prohibición expresa de recibir recursos privados a cambio de favores políticos. “El poder es humildad, sin parafernalias vinculadas al poder de antes”, advirtió. La carta de Sheinbaum fue clave para la aprobación unánime de los nuevos lineamientos internos que buscan evitar el pragmatismo desmedido y el amiguismo.

La mandataria reafirmó que Morena debe construirse desde el territorio, de abajo hacia arriba, en diálogo directo con la ciudadanía. Y aunque reconoció que el partido está lejos de parecerse al PRI, advirtió que nunca deben olvidar la historia política del país. “Lo importante es no repetir los errores del pasado”, concluyó.