Ciudad de México.– En su primer informe de gobierno, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, recalcó la importancia de la soberanía nacional y la defensa de la independencia del país, advirtiendo que México no aceptará intervenciones extranjeras bajo ninguna circunstancia.
La mandataria subrayó las reformas impulsadas en el primer tramo de su administración, entre ellas las modificaciones a los artículos 19 y 40 de la Constitución. El segundo de estos apartados establece de manera explícita que el pueblo de México no tolerará “intervenciones, intromisiones o cualquier otro acto desde el extranjero que sea lesivo a la integridad, independencia y soberanía de la nación”, incluyendo golpes de Estado, injerencias en elecciones o la violación del territorio por tierra, agua o espacio aéreo.
El mensaje ocurre en un contexto de tensión con Estados Unidos, luego de que el presidente Donald Trump reiterara su intención de desplegar fuerzas en México bajo el argumento de combatir al narcotráfico y el crimen organizado. Frente a ello, Sheinbaum respondió con un mensaje firme en el Congreso de la Unión: “México se respeta y México decide su destino”.
Con este posicionamiento, el gobierno federal busca reforzar su narrativa de independencia frente a presiones externas, al mismo tiempo que se coloca en una ruta de reformas de corte nacionalista. El tema, sin embargo, abre un nuevo capítulo en la relación bilateral con Washington, que podría intensificarse en los próximos meses ante el discurso de Trump en materia de seguridad y migración.