Vaticano.- El Papa Francisco, líder de la Iglesia Católica desde 2013, falleció este lunes 21 de abril de 2025 a los 88 años de edad, en la Casa Santa Marta del Vaticano, tras complicaciones derivadas de una neumonía bilateral que lo mantuvo hospitalizado por más de un mes. El Cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, confirmó su deceso a las 07:35 horas (tiempo de Roma), tras cumplir con el protocolo del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis.
Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires en 1936, se convirtió en el primer papa jesuita, el primero latinoamericano y el primer pontífice no europeo en más de un milenio. Su pontificado, que inició el 13 de marzo de 2013, se caracterizó por un enfoque pastoral centrado en los más pobres, una apertura sin precedentes a causas sociales y una personalidad disruptiva que rompió con varias normas y protocolos del Vaticano. Su figura dividió opiniones, pero marcó con fuerza una nueva etapa de la Iglesia.
Su muerte ocurre luego de una lenta y visible decadencia en su salud, agravada por una infección respiratoria que derivó en neumonía. Apenas unos días antes, aún debilitado, impartió su última bendición “Urbi et Orbi” durante la misa de Pascua. Esta mañana, el Cardenal Farrell realizó el rito de constatación de muerte en la Capilla de la Domus Sanctæ Marthæ, y se activaron los protocolos del Vaticano para la sede vacante.
Las reacciones no se hicieron esperar. El Rey Carlos III del Reino Unido lo calificó como “un símbolo de compasión y puente entre credos”, mientras que líderes de Estados Unidos, América Latina y organizaciones de derechos humanos destacaron su lucha contra la pobreza, el cambio climático y su postura firme contra la pena de muerte. El mundo cristiano y no cristiano se une en el luto por un pontífice que nunca dejó de incomodar al poder.
Se espera que el cónclave para elegir al próximo Papa se convoque en un plazo no mayor a 20 días. Mientras tanto, el Cardenal Farrell asume el gobierno temporal de la Santa Sede, y se prepara la capilla ardiente en la Basílica de San Pedro, donde miles de fieles podrán despedirse de Francisco, el Papa que predicó con los pies en la tierra.