Una madre de familia realizó trabajo comunitario en el centro de la ciudad para reparar el daño causado por su hijo, quien había hecho un grafiti en la pared de una propiedad privada.
El hecho ocurrió cuando el menor fue sorprendido pintando una pared sin permiso, por lo que fue presentado ante el Juez Cívico. Como parte de las medidas establecidas por la autoridad, se decidió no aplicar una sanción punitiva, sino una acción restaurativa que fomentara la reflexión y la responsabilidad.
Sin embargo, debido a que la ley no permite que los menores realicen trabajo comunitario, fue la madre del adolescente quien llevó a cabo las labores de limpieza y restauración en el lugar afectado.
El menor estuvo presente durante la actividad, acompañado por personal de la Unidad de Seguimiento de Justicia Cívica. Esto se realizó bajo lo establecido en el Reglamento de Justicia Cívica Municipal, el cual busca involucrar a los jóvenes en procesos educativos y de responsabilidad, sin exponerlos a sanciones indebidas por su edad.
Las autoridades recordaron la importancia de que padres y tutores participen activamente en la formación y corrección de conductas de los menores, para fomentar una mejor convivencia en la comunidad.










