Ciudad de México.- El ataque ocurrido el 22 de septiembre en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur sigue revelando detalles sobre las señales previas que no fueron atendidas. La madre de Lex Ashton, identificado como el agresor, llamó la mañana de ese día al 911 para advertir que su hijo de 19 años había salido de casa armado y que temía que pudiera hacerse daño o agredir a otras personas en el plantel universitario.

De acuerdo con la carpeta de investigación CI-FIEDH/2/UI-1C/D/00375/09-2025, la mujer relató que alrededor de las 13:00 horas vio a su hijo salir rumbo a la escuela portando un arma blanca. La llamada de auxilio quedó registrada en los despachos de emergencia, sin embargo, la respuesta no alcanzó a impedir el ataque.

Lex Ashton llegó al CCH Sur encapuchado y vestido de negro, con el rostro cubierto por una pañoleta de calavera. Armado con cuchillos, atacó directamente a Jesús Israel “N”, estudiante de 16 años, quien se encontraba acompañado de su novia. El joven recibió heridas mortales en cuello y abdomen. La novia logró escapar ilesa tras pedir ayuda.

En el intento de frenar la agresión, un trabajador de 65 años identificado como Armando “N” resultó lesionado, aunque posteriormente fue dado de alta. El atacante buscó alcanzar a más personas pero al verse acorralado por estudiantes y personal, subió al tercer piso del edificio de idiomas y asesorías, desde donde se arrojó, sufriendo fracturas en ambas piernas. Fue trasladado bajo custodia al IMSS de Coyoacán, donde permanece hospitalizado.

El expediente también integra como pruebas diversas publicaciones, mensajes y fotografías que el joven difundió en redes sociales y foros en los días previos al ataque, lo que refuerza el perfil de advertencias que se habían presentado antes de la tragedia.