La Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles declaró este martes un estado de emergencia local en respuesta a las redadas de inmigración intensificadas durante los últimos meses bajo la administración del presidente Donald Trump. La medida busca ofrecer asistencia a residentes afectados, ya que las operaciones federales han provocado que numerosas personas eviten salir de sus hogares, falten al trabajo y que varios negocios reduzcan o suspendan sus actividades.

Con esta declaratoria, las autoridades del condado podrán destinar recursos para apoyar a los inquilinos que enfrentan atrasos en el pago de la renta debido a la crisis generada por las redadas. Además, permitirá canalizar fondos estatales hacia servicios legales y de asistencia social para las familias impactadas.

La supervisora Lindsey Horvath fue quien presentó la moción, luego de que la semana pasada la Fiscalía del Condado entregara un informe que exploraba la posibilidad de imponer una moratoria de desalojos o crear medidas adicionales de protección. Tras el debate, la Junta aprobó la propuesta con una votación de cuatro votos a favor y uno en contra, según reportó el medio local Fox LA.

Las autoridades locales señalaron que las acciones federales de inmigración han tenido consecuencias graves para la estabilidad económica de comunidades enteras, afectando tanto a trabajadores como a pequeños empresarios. El estado de emergencia permitirá una respuesta más rápida y coordinada para evitar que más familias pierdan sus hogares o sus fuentes de ingreso.