Reino Unido., El nombre de Andrew Mountbatten-Windsor, antes conocido como el príncipe Andrés, volvió a colocarse en el centro del debate público tras la publicación de una investigación del historiador británico Andrew Lownie. En su obra titulada Entitled The Rise and Fall of the House of York, el autor sostiene que el hijo de la reina Isabel II habría llevado durante años a mujeres contratadas para fines sexuales al Palacio de Buckingham, una situación que, según señaló, era conocida por la monarca.

Lownie afirmó en una entrevista que el personal de seguridad y trabajadores del palacio se quejaron en diversas ocasiones, pero que sus señalamientos fueron ignorados. De acuerdo con su investigación, los empleados fueron advertidos de no hablar sobre lo que presenciaban y se les pidió mantener silencio para evitar repercusiones laborales. El historiador señaló que la reina habría elegido no intervenir en estas conductas al considerarlo un tema privado de su hijo.

Tras el fallecimiento de la reina Isabel II, según Lownie, varios exempleados de la residencia real han comenzado a ofrecer testimonios sobre lo ocurrido, lo que habría permitido ampliar la documentación del caso. El autor indicó que sigue recibiendo información sobre supuestos viajes y estancias privadas del ex príncipe donde se habrían repetido estos comportamientos, incluyendo un viaje a Tailandia que habría involucrado a varias mujeres contratadas durante varios días.

Ante el aumento de acusaciones y señalamientos, el rey Carlos III retiró oficialmente los títulos y distinciones de su hermano menor. Andrew Mountbatten-Windsor ya no puede utilizar el trato de Su Alteza Real ni mantener el título de duque de York, además de haber sido removido de su residencia en Royal Lodge. Para analistas en el Reino Unido, estas medidas marcan un punto de quiebre en la protección que rodeó al ex príncipe durante décadas. Andrew ha negado estas acusaciones y continúa rechazando cualquier señalamiento relacionado con explotación sexual o abuso.