La Fiscalía de Estados Unidos solicitó la pena de muerte para Tyler Robinson, acusado del asesinato del activista conservador Charlie Kirk, ocurrido el pasado 10 de septiembre en la Universidad del Valle de Utah. El joven de 22 años enfrenta siete cargos, entre ellos homicidio agravado, disparo de arma de fuego con lesiones corporales y obstrucción a la justicia.
De acuerdo con el fiscal del condado de Utah, Jeff Gray, la petición se basa en la gravedad del crimen y en las pruebas reunidas hasta el momento. Entre ellas destacan mensajes en los que Robinson habría confesado a su compañero de vivienda haber disparado contra Kirk, así como la coincidencia de su ADN con las muestras tomadas del arma homicida. Incluso, los investigadores encontraron una nota escrita a mano en la que el acusado anunciaba su intención de matar al fundador de Turning Point USA.
Robinson fue detenido el 11 de septiembre tras un aviso familiar, luego de que intentara ocultar el arma y su ropa tras el ataque. Durante la audiencia virtual en la que escuchó los cargos en su contra, apareció con semblante tranquilo, sin mostrar señales de nerviosismo, limitándose a asentir levemente ante cada acusación. Los fiscales señalaron además dos agravantes: que el ataque ocurrió frente a estudiantes menores de edad y que estuvo motivado por razones políticas.
El caso ha generado fuerte debate en Estados Unidos. Kirk, cercano al expresidente Donald Trump y figura clave en el movimiento conservador juvenil, había cuestionado abiertamente los derechos de las personas transgénero en el deporte y en la vida pública. Según las investigaciones, este habría sido el detonante del crimen, ya que la pareja sentimental de Robinson es una persona trans. La madre del acusado declaró que en el último año su hijo se inclinó hacia posturas más progresistas, lo que habría radicalizado su oposición a Kirk.