CDMX. – Según datos recientes del Inegi, apenas el 26% de las personas LGBT+ en México cuentan con afiliación a instituciones públicas de salud como el IMSS, el ISSSTE, o unidades para trabajadores de las fuerzas armadas. Esta cifra refleja una marcada disparidad en comparación con la población en general, evidenciando un acceso limitado a servicios de salud para esta comunidad.
La comunidad LGBT+ ha sido históricamente marginada y enfrenta una vulnerabilidad significativa en México y a nivel global. Este grupo continúa enfrentando violaciones a sus derechos humanos y sociales, a menudo debido a estigmas, estereotipos y discriminación.
Para muchos miembros de la comunidad LGBT+, la atención médica se concentra en unidades privadas, incluyendo consultorios en farmacias, clínicas y hospitales particulares. Según las estadísticas, casi la mitad de las personas LGBT+ recurren a servicios médicos privados debido a la falta de acceso o barreras en las instituciones públicas de salud.
Además, aproximadamente 2 de cada 10 personas LGBT+ no pueden costear servicios de salud y se ven obligadas a acudir a unidades médicas del Insabi (Instituto de Salud para el Bienestar), anteriormente conocido como Seguro Popular.
Estos datos subrayan la urgente necesidad de políticas inclusivas y acciones afirmativas para garantizar un acceso equitativo y sin discriminación a los servicios de salud pública en México, especialmente para grupos vulnerables como la comunidad LGBT+.