CDMX.- En junio, el mercado laboral mexicano enfrentó una significativa turbulencia con la pérdida de más de 800,000 puestos de trabajo, lo que llevó a una incorporación de 72,162 personas a la población desocupada, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Esta situación elevó la tasa de desempleo al 2.8%, un aumento de 0.2 puntos porcentuales respecto al mes anterior, luego de dos meses de estabilidad en el indicador.
A pesar del repunte en la desocupación, la tasa se mantiene por debajo del nivel observado a principios de 2024 (2.9%) y del promedio previo a la pandemia de COVID-19. El incremento en la Población No Económicamente Activa (PNEA) también jugó un papel importante, reflejando que una parte de los trabajadores desplazados optaron por salir del mercado laboral por diversas razones, como jubilación, dedicación a los quehaceres del hogar o continuar con estudios.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, destacó que la disminución en la población ocupada no necesariamente indica un mercado laboral débil, sino más bien un cambio en las preferencias y condiciones individuales de los trabajadores. Esta dinámica subraya la complejidad de la recuperación económica post-pandemia y la necesidad de políticas laborales flexibles y adaptativas.
La ENOE continuará siendo crucial para monitorear la evolución del empleo en México y orientar las estrategias gubernamentales y empresariales hacia la estabilidad y el crecimiento sostenido del mercado laboral.