Ciudad Juárez, Chihuahua.– Lo que comenzó como un reporte ciudadano por olores fétidos terminó revelando uno de los hallazgos más inquietantes de los últimos años en la frontera: decenas de cuerpos humanos fueron encontrados apilados dentro de una bodega que operaba como crematorio en desuso, ubicada en la colonia Granjas Polo Gamboa.

La tarde del jueves 26 de junio, alrededor de las 17:00 horas, agentes de la Policía Municipal atendieron una denuncia por un fuerte olor proveniente de un inmueble en la zona de los kilómetros. Al ingresar al lugar, se toparon con una escena impactante, una carroza funeraria con dos cuerpos al interior, y decenas más distribuidos en distintos puntos de la bodega, algunos de ellos con tratamiento de embalsamamiento.

El sitio se identificó como un crematorio que había sido clausurado tiempo atrás por irregularidades administrativas. A pesar de ello, continuaba prestando servicios funerarios a otras empresas del ramo, según confirmó el Fiscal General del Estado, César Jáuregui Moreno.

Aunque al principio se manejó la cifra de 15 cuerpos, este viernes las autoridades confirmaron que la cifra real podría superar los 50 cadáveres, lo que ha derivado en un despliegue masivo de personal forense, peritos criminalistas, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris), y la Fiscalía estatal.

El fiscal Jáuregui señaló que los cuerpos no presentaban huellas de violencia y que todos contaban con tratamiento funerario, lo que podría explicar la falta de reporte inmediato por parte de vecinos. Sin embargo, la acumulación, almacenamiento prolongado y el uso de un inmueble clausurado configuran posibles delitos sanitarios y administrativos.

Hasta ahora, una persona fue detenida en calidad de probable responsable del establecimiento y se encuentra a disposición del Ministerio Público.

La Fiscalía revisará los expedientes de cada cuerpo para confirmar si efectivamente todos fueron entregados por funerarias con documentación legal.

Se busca contactar a las familias de los fallecidos, muchas de las cuales podrían haber creído que sus seres queridos ya habían sido cremados.

La investigación sigue abierta para deslindar responsabilidades penales y sanitarias por el indebido manejo de restos humanos.