Biden podría arriesgar la paz mundial con la autorización de misiles de largo alcance para Ucrania
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha autorizado el uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania contra objetivos en territorio ruso, lo que ha provocado una fuerte reacción desde Moscú. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha calificado la decisión como una provocación que podría “echar más leña al fuego” y exacerbar aún más la tensión internacional. Además, Maria Butina, legisladora rusa, ha advertido que esta acción podría desencadenar una Tercera Guerra Mundial, calificando el movimiento como una escalada peligrosa de la situación.
La autorización de Estados Unidos podría implicar el uso de misiles ATACMS, un sistema de alta precisión diseñado para atacar objetivos en distancias largas. Según fuentes oficiales, el uso de estas armas para atacar dentro de Rusia marcaría un punto de no retorno en el conflicto, transformándolo en un enfrentamiento más directo entre la OTAN y Rusia, algo que tanto Estados Unidos como sus aliados intentaban evitar hasta ahora.
En respuesta, Moscú ha advertido que cualquier ataque ucraniano con estos misiles sobre territorio ruso tendrá una “respuesta adecuada y tangible”, lo que sugiere que las tensiones están lejos de disminuir. El gobierno ruso también ha hecho un llamado a Occidente, señalando que este tipo de intervenciones solo incrementan el riesgo de una guerra a gran escala.
Este movimiento podría alterar las dinámicas de la guerra, en la que Ucrania ha luchado por recuperar el control de territorios invadidos, mientras que Rusia continúa consolidando su presencia en el Donbás. Las consecuencias de la decisión aún están por verse, pero el impacto de esta autorización sobre la estabilidad global y la escalada del conflicto es un tema que podría definir el futuro de la guerra en Ucrania.