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Internacional

Ataques ucranianos a refinerías rusas provocan escasez y alza de precios de combustible en Rusia

En los últimos meses, Ucrania ha intensificado sus ataques con drones contra refinerías de petróleo rusas, una estrategia que ha comenzado a generar escasez de combustible y aumentos de precios en distintas regiones del país. De acuerdo con un análisis del servicio ruso y del equipo Verify de la BBC, al menos 21 de las 38 principales refinerías de Rusia han sido blanco de ataques desde enero, lo que representa un incremento del 48 por ciento respecto a todo el año anterior.

Los ataques alcanzaron su punto máximo en agosto, cuando 14 instalaciones fueron impactadas, y continuaron en septiembre con ocho más. Entre las refinerías afectadas se encuentran la de Gazprom Neftekhim Salavat, en Bashkortostán, y la de Riazán, cerca de Moscú, una de las más grandes del país. Algunas han suspendido parcial o totalmente sus operaciones, lo que, según reportes de Reuters, ha reducido la producción nacional de gasolina y diésel hasta en una quinta parte en ciertos periodos.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ha señalado que dañar la infraestructura petrolera rusa forma parte de una estrategia para presionar al Kremlin a negociar. Analistas consultados por la BBC, como el exviceministro de Energía Vladimir Milov, consideran que los ataques buscan afectar tanto las refinerías civiles como aquellas cercanas al frente de combate que abastecen a las tropas rusas.

Las consecuencias se reflejan en la vida cotidiana de los ciudadanos. Videos verificados muestran largas filas en gasolineras del Lejano Oriente ruso y regiones como Novosibirsk, donde algunas estaciones han cerrado por las pérdidas generadas. Los precios mayoristas del combustible han subido alrededor de 40 por ciento desde enero, mientras que en la península de Crimea se ha implementado el racionamiento.

Aunque el Kremlin asegura tener la situación bajo control, el vice primer ministro Alexander Novak anunció la extensión de una prohibición parcial a las exportaciones de gasolina hasta finales de 2025. Sin embargo, expertos señalan que estas medidas son insuficientes y que el impacto de los ataques ya está debilitando la capacidad de Moscú para sostener su maquinaria de guerra.