La presidenta del PAN en Chihuahua, Daniela Álvarez, afirmó que las marchas realizadas el sábado en la Ciudad de México y en distintos estados del país dejaron una “gran lección” para el Gobierno Federal, al considerar que fueron expresiones ciudadanas genuinas que se vieron empañadas por actos de represión. Señaló que la violencia contra manifestantes contradijo el espíritu pacífico de la movilización, convocada en parte por la indignación ante el asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo.
Álvarez condenó cualquier tipo de agresión durante la jornada y criticó que desde la Presidencia de la República se exhibiera públicamente a jóvenes organizadores del movimiento, lo que calificó como una forma de censura hacia quienes piensan distinto.
De acuerdo con la dirigente panista, la presidenta Claudia Sheinbaum incurre en constantes contradicciones, al asegurar que no existe censura mientras —dijo— reprime a quienes ejercen su derecho a manifestarse. Afirmó que estas acciones profundizan la incongruencia entre el discurso oficial y las decisiones del gobierno.
Álvarez sostuvo que las marchas marcaron un “parteaguas”, pues reflejan que la ciudadanía percibe que las estrategias federales de seguridad no están funcionando y que la inconformidad social continúa en crecimiento.
Finalmente, aseguró que no será la última movilización de esta naturaleza y anticipó que podrían unirse diversos sectores de la sociedad, más allá de afiliaciones partidistas, para manifestarse contra la violencia y la inseguridad que —aseguró— mantienen al país en una situación de sometimiento.





