Caribe., El embajador de Estados Unidos para Venezuela, James Story, advirtió que la fuerza militar desplegada en el Caribe es demasiado grande y potente como para tener únicamente fines antinarcóticos. Desde hace dos meses, Washington ha incrementado significativamente su presencia naval y aérea en la región, a pocos kilómetros de la costa venezolana.
Buques de guerra, aviones de combate, bombarderos, marines, drones y aeronaves de vigilancia conforman esta operación militar que, de acuerdo con el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), es el despliegue más grande de Estados Unidos en el Caribe desde la primera Guerra del Golfo, ocurrida entre 1990 y 1991.

El presidente Donald Trump, quien ha defendido públicamente esta estrategia, sostiene que los ataques realizados en la zona buscan frenar el tráfico de drogas hacia territorio estadounidense. Según datos recientes, al menos 64 personas han muerto desde septiembre en operaciones estadounidenses contra presuntos barcos de narcotráfico en el Caribe y el Pacífico oriental.
Sin embargo, el gobierno de Nicolás Maduro ha calificado la movilización militar como una provocación y acusa a Washington de “fabricar una nueva guerra” en la región. Estas declaraciones han aumentado la tensión diplomática y reavivado los temores sobre un posible conflicto armado en el Caribe, una zona históricamente sensible para la política exterior de ambos países.
James Story, quien encabezó la Unidad de Asuntos de Venezuela desde la Embajada estadounidense en Bogotá entre 2020 y 2023, señaló que la magnitud de las fuerzas desplegadas no se corresponde con una simple operación antinarcóticos. La presencia militar, dijo, podría estar vinculada a un nuevo enfoque estratégico hacia el gobierno venezolano y a un intento de presión política y económica.









