Marcha del 2 de octubre en CDMX deja 94 policías heridos y un detenido tras disturbios
La conmemoración del 57 aniversario del movimiento estudiantil de 1968 en la Ciudad de México terminó con un saldo de 94 policías lesionados, tres de ellos de gravedad, además de 29 civiles atendidos en el lugar por servicios de emergencia. La Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina informó que los elementos heridos fueron trasladados a hospitales y que la mayoría se encuentran fuera de peligro.
La movilización, que reunió a unas 10 mil personas, partió de la Plaza de las Tres Culturas hacia el Zócalo. Sin embargo, alrededor de 350 encapuchados del denominado Bloque Negro protagonizaron enfrentamientos contra policías con bombas molotov, piedras, cuetones y palos. En respuesta, la SSC desplegó de 500 a 1500 elementos que actuaron únicamente con equipo de protección y escudos para contener los disturbios.
Entre los incidentes más graves se reportaron saqueos, incendios en accesos de tiendas y ataques contra comercios, incluido un centro joyero en el Zócalo. El Centro Cultural Universitario Tlatelolco también sufrió daños, hecho que fue condenado por la UNAM al considerarlo un ataque a un espacio dedicado a la memoria histórica.
La SSC confirmó la detención de una persona acusada de robo de joyería. Otros participantes abandonaron mercancía sustraída al percatarse de la presencia policial. El titular de la dependencia, Pablo Vázquez Camacho, afirmó que la investigación se enfocará únicamente en quienes cometieron delitos, y negó que exista seguimiento de inteligencia hacia los manifestantes.
En medio de rumores sobre la supuesta muerte de un policía quemado, la SSC desmintió la versión y aseguró que todos los elementos lesionados están bajo atención médica. Por su parte, la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, reconoció la actuación de la policía bajo protocolos establecidos, mientras que el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, expresó su respaldo a los agentes.
El operativo estuvo acompañado por observadores de derechos humanos y organizaciones civiles. Las autoridades insistieron en que la estrategia de seguridad se mantuvo en un esquema de contención sin uso de fuerza represiva, con el objetivo de garantizar tanto la seguridad de los participantes como la investigación de los responsables de los disturbios.