La visita de Donald Trump al Reino Unido estuvo marcada por una protesta inesperada en el Castillo de Windsor. En plena llegada del mandatario estadounidense junto a su esposa, Melania, un grupo de manifestantes proyectó fotografías del republicano con el fallecido magnate Jeffrey Epstein, así como una supuesta carta de cumpleaños escrita por Trump al financiero.
De acuerdo con la policía británica, cuatro personas fueron detenidas bajo sospecha de “comunicaciones maliciosas” tras realizar la proyección no autorizada en una de las torres del histórico recinto. Además de las imágenes de Trump y Epstein, también se mostraron rostros de víctimas, recortes de prensa y extractos de reportes policiales relacionados con el caso.
El viaje de Trump tenía como propósito reunirse con el primer ministro Keir Starmer para discutir acuerdos comerciales y la guerra en Ucrania. Previamente, el expresidente fue recibido en el aeropuerto de Stansted por la ministra de Exteriores, Yvette Cooper, antes de trasladarse a la residencia del embajador estadounidense en Londres y, posteriormente, a Windsor.
El incidente volvió a poner en el centro del debate la relación que Trump mantuvo en el pasado con Epstein. Aunque ambos rompieron vínculos años antes de la muerte del magnate en prisión en 2019, los señalamientos sobre la cercanía entre ambos resurgen cada cierto tiempo. La reciente difusión de la carta, cuya autenticidad la Casa Blanca niega, ha alimentado aún más la polémica.
