Chihuahua. – Un grupo de investigadores chihuahuenses impulsa un proyecto para restaurar suelos degradados en el desierto de la región, con el uso de biocostras: delgadas capas naturales formadas por microorganismos como cianobacterias, algas, líquenes, hongos y bacterias que crecen sobre la superficie del suelo.
El trabajo, recientemente reconocido dentro de la convocatoria Ciencia Básica y de Frontera 2025, es liderado por el doctor Román González Escobedo y busca dar respuesta a uno de los problemas ambientales más graves en las zonas áridas: la pérdida de suelo fértil y el avance de la desertificación.
Las biocostras cumplen funciones clave: conservan la humedad, fijan nitrógeno atmosférico, estabilizan el terreno y previenen la erosión. El objetivo es estudiar la diversidad de microorganismos presentes en estos ecosistemas y analizar su comportamiento bajo distintas condiciones de humedad, para identificar las especies más importantes y desarrollar biocostras sintéticas que puedan aplicarse en la restauración de áreas dañadas.
Además de su aporte científico, el proyecto pretende generar soluciones prácticas frente al cambio climático y la degradación ambiental, capacitando a estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado, así como difundiendo resultados en congresos especializados y actividades de divulgación.
Esta iniciativa refuerza la importancia de la investigación local y la aplicación de ciencia de frontera para preservar el patrimonio natural de Chihuahua.