Nueva York .– En medio de tensiones internacionales y presiones económicas desde Washington, dos de los nombres más emblemáticos del narcotráfico Rafael Caro Quintero, cofundador del Cártel de Guadalajara, y Vicente Carrillo Fuentes, alias “El Viceroy” otro líder del Cártel de Juárez  serán presentados hoy en la Corte Federal de Distrito Este de Nueva York.

La extradición de Caro Quintero y “El Viceroy” se dio al tiempo  de un operativo masivo ejecutado por el gobierno mexicano, que trasladó a 29 figuras de alto perfil vinculadas al crimen organizado hacia Estados Unidos. La medida, cercana a la respuesta a la amenaza de imponer aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas, (una exigencia del gobierno de Donald Trump), podría haber sido  una muestra de cooperación bilateral en materia de seguridad y narcotráfico.

El “Narco de Narcos” en la banca 

Rafael Caro Quintero, de 72 años, fue extraditado tras haber sido recapturado en 2022 en un operativo en la sierra de Sinaloa, en el que incluso se cobró la vida de 14 marinos debido a un trágico accidente aéreo, causado por la falta de combustible en un helicóptero de la Marina. Durante décadas, Caro Quintero ha sido uno de los nombres más buscados por la DEA, acusado del brutal asesinato del agente Enrique “Kiki” Camarena en 1985, entre otros delitos de narcotráfico y violencia.

En Nueva York, Caro Quintero enfrentará múltiples cargos relacionados con tráfico de drogas, homicidio y tortura, en un proceso que podría terminar  en penas de cadena perpetua o incluso la pena de muerte, dada la alta gravedad de sus crímenes. La extradición de Caro Quintero es vista por los agentes antidrogas estadounidenses como “una victoria histórica” y ajuste de cuentas desde hace más de 40 años.

“El Viceroy”

Vicente Carrillo Fuentes, conocido como “El Viceroy”, quien alguna vez comandó el Cártel de Juárez, es el otro protagonista del escenario neoyorquino. Fuentes, señalado por su participación en operaciones de tráfico a gran escala hacia Estados Unidos, también será sometido a juicio en Brooklyn. Aunque sus defensores han insistido en que su gestión representó una modernización en el manejo del negocio, críticos argumentan que su liderazgo se caracterizó por la violencia y la corrupción.