Chihuahua.- Una tensa y violenta confrontación se desató este martes en el Senado de la República entre senadores del grupo parlamentario de Morena y la bancada del Partido Acción Nacional (PAN). La trifulca comenzó cuando, durante una discusión en el Pleno, senadores de Morena, encabezados por su coordinador Adán Augusto López Hernández, se acercaron a los escaños del PAN para reclamar al legislador Mario Humberto Vázquez Robles por unas declaraciones hechas en tribuna.
Vázquez Robles había afirmado que el exalcalde veracruzano Miguel Ángel Yunes Márquez había sido amenazado para unirse al grupo mayoritario en el Senado, agregando que “las había dado”. Esto desató la furia de Yunes Márquez, quien, rodeado por varios legisladores de Morena, enfrentó al panista con una amenazante advertencia: “Aquí o donde te vea te voy a partir tu madre”.
La situación escaló rápidamente cuando, en medio del intercambio verbal, el senador coahuilense Luis Fernando Salazar Fernández empujó al panista mexiquense Enrique Vargas del Villar y lo sujetó por el cuello, mientras lo amagaba con un puñetazo. La intervención de Manuel Velasco Coello, coordinador del Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM), logró evitar un enfrentamiento físico entre ambos legisladores.
El ambiente se tornó aún más tenso cuando la senadora panista Lilly Téllez, conocida por su fuerte postura política, comenzó a gritarles a los legisladores de Morena: “Lárguense de aquí, váyanse a su lugar, son unos corrientes”. La situación provocó que el presidente de la Mesa Directiva del Senado, José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, suspendiera la sesión, declarando un receso debido a la alteración del orden.
Tras el incidente, Vázquez Robles anunció que presentaría una denuncia contra Yunes Márquez y López Hernández por las amenazas recibidas. Por su parte, Yunes Márquez, visiblemente molesto, defendió su postura, afirmando que su apoyo a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y a México no debía ser motivo de críticas y que no permitiría que lo atacaran por su decisión.
Este altercado subraya la creciente tensión política en el Senado y refleja las profundas divisiones que persisten entre los principales partidos del país.