Ciudad De México. – La presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, abordó este lunes los retos que enfrenta el sector energético en México, destacando que el incremento en la producción de petróleo no puede lograrse de manera inmediata, ya que requiere una inversión significativa y un proceso planificado.
Durante una conferencia, Sheinbaum enfatizó que el presupuesto de egresos de la federación y la ley de ingresos están estructurados con fórmulas establecidas que contemplan los riesgos inherentes al mercado energético. Estas fórmulas, diseñadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), buscan garantizar la estabilidad económica del país ante posibles fluctuaciones en los precios internacionales del petróleo.
“Elevar la producción de petróleo no es un proceso que se dé de un día para otro”, afirmó Sheinbaum. Subrayó que las inversiones necesarias para aumentar la capacidad productiva son de largo plazo y requieren de una planificación estratégica por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex) y otras entidades involucradas en el sector energético.
En el corto plazo, descartó un desplome significativo en los precios del crudo, asegurando que el mercado global se mantiene relativamente estable, aunque con desafíos latentes debido a las tensiones geopolíticas y la transición energética hacia fuentes más sostenibles.
La mandataria destacó que, gracias a las medidas adoptadas por la Secretaría de Hacienda, México cuenta con herramientas para mitigar los riesgos asociados a la volatilidad de los precios del petróleo. Entre estas herramientas se encuentra el uso de coberturas petroleras y estrategias fiscales que buscan garantizar que los ingresos derivados del petróleo no se vean afectados de manera abrupta.
“La fórmula que define los ingresos petroleros está diseñada para contemplar estos riesgos”, explicó Sheinbaum, al tiempo que destacó la importancia de mantener un equilibrio entre las necesidades de inversión en infraestructura energética y el manejo responsable de las finanzas públicas.
Sheinbaum también aprovechó para reiterar el compromiso de su gobierno con una transición energética sostenible. Aunque reconoció la importancia del petróleo como una fuente crucial de ingresos para el país, subrayó que México debe avanzar en el desarrollo de energías renovables como parte de su estrategia de largo plazo para reducir la dependencia de los hidrocarburos y cumplir con los objetivos climáticos internacionales.
Aunque los mercados energéticos son inciertos, el gobierno federal confía en que la política económica actual permitirá enfrentar cualquier desafío que pueda surgir en los próximos meses. Por ahora, la prioridad es garantizar que las inversiones necesarias en el sector petrolero se lleven a cabo de manera eficiente y responsable.